Santiago Rey periodista, presidente de la Fundación de Periodismo Patagónico, tomó una vez más la palabra, pero en su semblante había algo diferente. “Ha llegado tal vez el momento más importante del festival” dijo. A su lado, Ángeles Alemandi, periodista, escritora y editora de En Estos Días. Ambos editaron la antología que reúne las mejores crónicas que participaron de las tres primeras ediciones del concurso Crónica Patágonica.
Había llegado el momento de presentar voces nuevas en el periodismo narrativo, el momento de presentar “18 Crónicas Patagónicas”, el primer libro de la FPP. Ángeles compartió con el público cuánto se trabajó para que el libro fuese posible. Agradeció en especial a los cronistas que pudieron asistir al Festival, y pareció mirarnos a cada uno y a cada una a los ojos. Para castigar un poco la timidez de todos anunció que los autores debían subir al escenario en el orden en que estaban las crónicas en el libro, por suerte fui el último.
A mi lado estaba Alicia Lazzaroni, autora del primer relato del libro, Las Chapuceadoras de la Felicidad, su nombre resonó en los parlantes casi al mismo tiempo que a ella se le escapó un espontáneo “ay no que vergüenza”, su relato es sobre mujeres que se sumergen en las aguas heladas para ser felices. Luego fue el turno de Camila Vautier, autora de Mientras Esperaba que Llegara mi Bebé, al tiempo que ella subía al escenario recordé que su crónica trata de la violencia obstétrica en la Comarca Andina. Siguió Emiliana Cortona que con Vejez Trans muestra que si envejecer no está nada bueno, para otres es mucho peor. Los miraba subir al escenario y me recriminaba no saber el nombre de nadie, me justificaba diciéndome que conocía cada uno de los textos, a los que ahora por fin podía ponerles un rostro. “Martin Loinaz, autor de Hasta que Llegaste Vos” leyó Ángeles, pensé que Martín era el que de forma íntima y emocionante nos sumergía en la realidad de los trasplantes de órganos, “Ariel D Adler, autor de Asalto Comando a la Publicidad” se escuchó luego, y sé que es el texto sobre las intervenciones artísticas a los carteles de publicidad. Siguió “Ludmila Cabana Crozza, autora de Agua Negra”, y recordaba particularmente su nota porque somos conciudadanos y ella escribió sobre la contaminación de nuestro río. “María Eugenia De Cicco, autora de Después de la Marea”, en su relato cuenta de los pulpitos y los pulperos del pueblo en el que crecí: Las Grutas. Suenan otros nombres de autores y autoras que no pudieron venir. Hasta que llegó mi turno, “autor de Los banquetes de Dominga”. En ese escenario el tiempo dejó de ser tiempo y pasó a ser emoción. Aplausos, fotos, felicitaciones, abrazos, caricias al alma, comunidad en épocas de individualismo.
Luego subieron tres nuevos tripulantes a la Nave. Fue la premiación del IV Concurso Crónica Patagónica, una edición que amplió su convocatoria al sur de Chile. El micrófono pasó a manos de Juan Cristóbal Peña y Cristian Aliaga quienes, junto con Josefina Licitra que no pudo asistir, fueron jurado y tuvieron la tarea de elegir los tres mejores textos de este año:
El tercer lugar fue para El día más triste del puerto de corral. Su autor, el valdiviano Pablo Santiesteban Soto, subió para recibir el premio y luego de unas sentidas palabras se despide con la promesa de seguir escribiendo. El segundo lugar se lo llevó Un hombre que sigue pájaros, de Lautaro Bentivegna de Santa Rosa, La Pampa, que al marcharse se pronunció “muy feliz de que el primer puesto lo haya ganado alguien más joven que yo”. Así es, el primer lugar del concurso quedó en manos de una joven de apenas 21 años: Malena Landoni de Puerto Madryn, Chubut. El relato de no ficción que la consagró como ganadora se titula Aguas Turbias. La autora agradeció sentidamente la oportunidad.
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